'Yo jugué en Primera', Fútbol

Falagán: «El equipo en el que más a gusto he estado es el Hércules»

Segunda edición del cuestionario ‘Yo jugué en Primera’. En esta ocasión, con un exfutbolista que a los nostálgicos de los 90 y sus equipos modestos les traerá buenos recuerdos. También es un viejo conocido del blog: Javier Falagán:

1- Equipo en el que más a gusto has estado.

Hércules CF , mi primer equipo profesional

2- Compañero con el que mejor te has llevado.

Hay muchos… Unos ejemplos: Juan Sabas, Paco López, Cantero, Villena, Luis Sierra, José Cortés, Fabiano , Frank Passi , Peraile, Dragan Skočić, Toni , etcétera… Hay muchos y no puedo poner a todos ,

3- El mejor estadio donde has jugado al fútbol.

Santiago Bernabéu y Camp Nou

4- El mejor jugador con el que has jugado (compartiendo equipo).

Mijatovic y Fabiano

5- El mejor futbolista al que te has enfrentado.

Hay muchos que merecen ser nombrados: Ronaldo Nazário, Romario, Bebeto, Rivaldo, Stoichkov, Laudrup, Futre, Schuster, Mijatovic, Lubo Penev, etcétera…

6- El entrenador que más te ha enseñado.

De todos he aprendido muchas cosas, cada uno con su estilo, pero a nivel profesional me quedo con 3 por su trascendencia en mi carrera profesional: Vicente Carlos Campillo, Humberto Núñez, y Fernando Vázquez.

Más allá del fútbol

7- Una canción, un artista, una banda o un disco…

Maniobras orquestales en la oscuridad

8- Una serie.

Vikingos

9- Una película.

Hay muchas, no podría decirte una

10- Un libro.

El entrenamiento de la fuerza mental en el futbol

11 – Un periodista.

Vicente Crespo

12- Un lugar del mundo donde has alucinado.

China

13- El rincón en el que te sientes en casa (tu pueblo, casa de tus padres…).

Cualquier sitio donde esté junto a mi mujer y mis hijos

Foto: La Voz de Galicia

Estándar
'Yo jugué en Primera', Cuestionario, Fútbol

David Pirri: «Barça, Mérida y Zaragoza fue donde más feliz fui»

Bienvenidos al Cuestionario Yo Jugué En Primera. Rindiendo honores a los que aparecían en la revista Don Balón allá por los 90 y principios de los 2000, aquí responden exfutbolistas a varias preguntas de su vida deportiva y no deportiva. Siempre en cortito y al pie.

El primer valiente es un viejo conocido de YJP: David Pirri. El exjugador de Mérida, Numancia o Real Zaragoza se somete a este tercer grado en versión soft. Y le estamos muy agradecidos.

1- Equipo en el que más a gusto has estado.
No me puedo quedarme con uno. Barça, Mérida y Zaragoza fueron donde más feliz fui, aunque en el Sporting también me trataron muy bien


2- Compañero con el que mejor te has llevado.
Fueron muchos años como profesional y muchos compañeros. Jordi Cruyff, Pablo Sanz, Jaime Molina, David Villa… Aún seguimos manteniendo el contacto.

3- El mejor estadio donde has jugado al fútbol.
Sin duda el Camp Nou

4- El mejor jugador con el que has jugado (compartiendo equipo).

He tenido compañeros muy buenos pero me quedaría con Villa, aunque también jugué con Savio, Javi Moreno, Iván de la Peña, Gabi Milito, Sinval…

5- El mejor futbolista al que te has enfrentado
Ronaldinho y Zidane.

6- El entrenador que más te ha enseñado

Cuatro fueron los que me marcaron más por diferentes motivos: Quique Costas (me ayudó a madurar), Sergio Kresic (se gana desde el orden), Paco Herrera ( trato y conocimientos ‘top’), y Paco Flores ( los valores de un vestuario)

Más allá del fútbol

7- Una canción, un artista, una banda o un disco…
Manolo García

8- Una serie.
Breaking Bad


9- Una película.
Ghost


10- Un libro.
Los pilares de la Tierra


11- Un lugar del mundo donde has alucinado.

Shanghái (China)

12- Un lugar en el que te sientes en casa.
Badia del Vallès (Barcelona), la ciudad donde viví toda mi infancia

Foto: radiosabadell.fm

Estándar
'Yo jugué en Primera', Fútbol

Jaime Jiménez: cuando el premio llega pasados los 30

26 de septiembre de 1999. Siglo pasado. Se enfrentan en la Ciudad Deportiva de Paterna el Valencia B y el Ontinyent en jornada de Liga del Grupo III de Segunda División B. En la portería local un debutante: Jaime Jiménez. Tiene solo 18 años y es su primer partido de ‘profesional’ (entre comillas, dado el carácter semiaficionado de la categoría). El filial che pierde por 1-4, pero la carrera de ese guardameta no ha hecho más que empezar.

Es el primer encuentro de un portero que hasta los 24 no pisó el fútbol profesional de verdad, y que debutó finalmente en Primera División con 31 ‘tacos’. Hasta entonces, aparte del Mestalla, este valdepeñero militó en 3ª División en el equipo de su pueblo y el Ferriolense, y en 2ªB en el Nàstic, el Zamora y el Ceuta.

Su buen trabajo bajo palos en esos clubes llamó la atención de la categoría de plata: el Ciudad de Murcia del todopoderoso Quique Pina lo fichó, y Jaime Jiménez se hizo pronto con la titularidad tanto allí como en el Granada 74, equipo que compró la plaza del Ciudad en 2ª. Solo le sacarían de los terrenos de juego las lesiones.

Tras esos 3 años de experiencia, una entidad histórica del fútbol español se fija en Jaime para su portería: el Elche. En aquella plantilla tendría que competir con un tótem como Willy Caballero, con quien perdería la partida en las dos primeras temporadas. Sin embargo, el año 11-12 Jaime disputó 19 partidos y se consagró como portero fiable al disputar el playoff de ascenso en su totalidad con actuaciones destacadas. Por ejemplo, en Los Cármenes, en la ida de la final:

Al Elche y al futbolista castellano-manchego se les escapó el ascenso en aquella final, pero Jaime Jiménez se revalorizó. Y precisamente llamó a su puerta el equipo al que eliminó en semifinales: el Real Valladolid.

Sus mejores años, en Pucela

Jaime llegó al Nuevo José Zorrilla el verano de 2011 no sin cierta polémica. Y es que en las eliminatorias contra el Elche el portero, defendiendo esa camiseta, perdió bastante tiempo en el partido de vuelta por esos calambrazos que les dan a los jugadores del equipo que juega con marcador a favor.

No obstante, las actuaciones del ciudarrealeño en Pucela pronto conquistaron a su público. Jaime fue titular en todos y cada uno de los partidos de liga regular 11-12, solo se perdió 3 choques en el playoff de ascenso por lesión, y acabó conquistando el Trofeo Zamora de la categoría al recibir solo 36 goles en 42 partidos. Incluso hubo interés del Tottenham para llevárselo a la Premier League en invierno. Finalmente, Jaime se quedó y el Valladolid subió a Primera. Por fin, con 31 años, este futbolista jugaría en la élite.

Debut en LaLiga

20 de agosto de 2012. La Romareda. Real Zaragoza-Real Valladolid. La portería del equipo visitante la defiende un jugador debutante en la categoría, pero veterano en el fútbol: Jaime Jiménez.

Porque por fin, con 31 años, el de Valdepeñas debutaba en Primera División tras 264 partidos y 13 años como profesional. Lo hacía con victoria y con alguna parada de mérito. Pero esa titularidad iría diluyéndose con el paso de las jornadas, especialmente tras fallos e inseguridades ante Espanyol (aunque el gol recibido fue anulado) y Real Betis en Liga y Copa del Rey:

Tras esos partidos, Jaime Jiménez dejó de jugar y no volvió a hacerlo hasta unas 25 semanas después. En total, en la 12/13 disputó 14 encuentros de Liga y 2 del torneo del KO.

El siguiente año no es mejor para el guardameta. Solo es titular en Copa (2 partidos) y en los últmos 10 compromisos de una mala liga para el Valladolid, que acaba con su regreso a Segunda División, y con algún error de bulto de Jaime como el gol que certifica la derrota en Sevilla ante el Betis:

Fichaje por el Eibar

Después de 3 años en Pucela, a Jaime le ofrecen renovar por 2 años. Pero el futbolista maneja otra oferta: la del recién ascendido Eibar. Y para allá que se va. El equipo azulgrana se iba a estrenar en esa temporada 14/15 en Primera División, y en la portería el valdepeñero tendría como competencia a uno de los artífices de la llegada armera a la élite: Xabier Irureta. Finalmente, el futbolista vasco le ganó la partida a Jaime, que disputó únicamente 5 partidos de Liga, en parte por una lesión de espalda que acabó por retirarle definitivamente del deporte rey en 2016.

En total, Jaime Jiménez disputó en su carrera futbolística 297 partidos, 33 de ellos en Primera División.

Jaime Jiménez empresario

Desde joven, Jaime ha mostrado iniciativa en el mundo empresarial. Estudió esta carrera en la universidad y, paralelamente al fútbol, regentó una discoteca en su ciudad, una residencia de estudiantes en Cádiz y se convirtió en asesor financiero de futbolistas. Ahora, se especula con que el exguardameta se convierta en el propietario del Manchego de Tercera División. Además, también se ha formado como entrenador y técnico de porteros.

Estándar
'Yo jugué en Primera', Fútbol

Sergio Sánchez: un capítulo de terror en una carrera contrastada

«Me pudo el miedo». Lo dijo hace poco un hombre que jugó 312 partidos como profesional, que ganó dos copas del Rey, y que hizo historia con el Málaga en Champions League. Muchas veces creemos que el futbolista está lejos del mundo real. No es así, y si lo es, la vida se encarga de devolver al planeta Tierra a quien vuela demasiado. No es el caso de Sergio Sánchez.

Este defensa de Mataró (Barcelona) recuerda vivir así, con miedo, lo que sucedió en un Sevilla-Real Madrid de 2011. Era la ida de las semifinales de Copa, y en los primeros minutos de choque Ronaldo le tira tres carreras largas. Su corazón, operado meses antes por una dolencia cardíaca, empieza a latir con fuerza. Mucha, demasiada fuerza. Sergio Sánchez decide en ese momento pedir el cambio por precaución. El susto y su cirugía cardíaca estaban aún muy cerca. Este es el momento de su sustitución, tras la cual marca Benzema para los visitantes:

Y es que la carrera de este catalán corrió serio peligro de acabar en 2010, cuando le detectan ese problema de salud. Estuvo prácticamente un año parado, y volvió a jugar en 2011.

Fue en su primer año en Sevilla. Estuvo dos temporadas, y de allí salió con más pena que gloria. Tras su regreso a los campos de fútbol, el entonces entrenador sevillista, Gregorio Manzano, contaba con él con asiduidad. Sin embargo, llegó el partido de vuelta de 1/16 de final de la Europa League, y con él la polémica y las publicaciones contradictorias.

El club necesitaba remontar el 1-2 cosechado en la ida ante el Oporto. Por un lado se dice que Sergio Sánchez no quiere jugar el partido porque se ha medicado sin informar a la entidad, a pesar de que el técnico lo quiere alinear. En este sentido, se cuenta que intervienen el presidente, José María del Nido y el director deportivo, Monchi, para convencerle. Por otro lado, el míster argumentó después del partido que en ningún caso el futbolista se negó a jugar. Sea com sea, el zaguero sale como lateral derecho, pero es sustituido en el minuto 55 y solo está presente en otros 5 partidos en los 3 meses que restaban de temporada.

De una u otra forma, aquello fue el inicio del fin de Sergio Sánchez como sevillista, ya que al final de temporada es vendido al Málaga a un precio menor del que le pagó al Espanyol por su fichaje. En total, solo disputó 24 encuentros como hispalense en 2 años aunque, eso sí, se llevó la Copa del Rey de 2010.

Sus inicios como espanyolista

Sergio Sánchez se formó en la cantera perica y dio el salto a Primera División en la temporada 04-05. Jugó de titular en la jornada 33, en un Espanyol 3-1 Real Zaragoza, con solo 19 años. En los 2 años siguientes, tanto Miguel Ángel Lotina como Ernesto Valverde tiran de él como cuatro central de la plantilla (en ocasiones, incluso como lateral derecho y centrocampista), pero en la 07-08 deciden cederlo al Castilla de Segunda División para que tenga más minutos, una operación que se repite en la siguiente temporada, cuando se va a préstamo al Racing, aunque en este caso en la máxima categoría. Con el conjunto cántabro disputa 19 partidos de Liga y 2 de Copa.

Por fin, Sergio regresa a Barcelona en la 08/09 con un bagaje suficiente como para ser ‘titularísimo‘. Disputa 33 partidos en la competición doméstica, 5 en el torneo del KO y anota su primer gol en Primera. Fue en la jornada 3, en un Espanyol 1-1 Getafe:


Fue un año difícil en Montjuïc: en la jornada 28, el equipo es colista a 8 puntos de la salvación. Y en esas 10 últimas jornadas, el Espanyol ganó 8 encuentros para acabar salvándose incluso con antelación. El buen año en la entidad blanquiazul de Sergio propicia que el Sevilla se fije en él como uno de los defensas más prometedores de España.

Echa raíces en el mejor Málaga

De su etapa en Sevilla ya hemos hablado. No fue la mejor de Sergio Sánchez, entre el susto de salud y sus líos con Manzano (del que, por cierto, habla bien una vez retirado). Quizá sus mejores años como deportista los vivió en Málaga a partir de 2011.

De alguna manera, el central barcelonés llega en el mejor momento y al mejor lugar posible con 25 años. El Málaga había recibido una inyección de dinero procedente de fortunas cataríes y se estaba formando un equipo ambicioso con Manuel Pellegrini al frente. Sergio tiene minutos como tercer central la primera temporada, con la competencia de dos monstruos como Demichelis y Mathijsen, y sigue en la misma línea en la 12-13, acumulando partidos especialmente en Copa y Champions League. Icónica para el malaguismo es la fotografía en la que se le ve protestando al árbitro Craig Thomson tras el gol del Borussia Dortmund que les dejaba fuera de semifinales.

Sergio Sánchez completó 4 temporadas en total con el Málaga. Jugó 97 partidos, marcó 2 goles… y emigró a Grecia.

2 años en el extranjero y vuelta a casa

Sus buenas temporadas en el Málaga revalorizaron a Sergio Sánchez, que fichó por el Panathinaikos ateniense en la 2015-2016. Sin embargo, no terminó de contar con minutos allí y una llamada de su último entrenador en Málaga, Javi Gracia, le convenció para hacer de nuevo las maletas y fichar por el Rubin Kazan ruso la siguiente temporada, donde completó 21 partidos.

Tras dos años fuera de nuestro país, y en el último día de mercado, el catalán volvía a sus orígenes y se incorporaba al Espanyol 17-18 que comandaba Quique Sánchez Flores. Una incorporación en forma de cesión que ilusionó bastante a la afición perica, pero que terminó siendo efímera e improductiva para el defensa, ya que solo jugó 2 partidos de Liga y 1 de Copa, en parte debido a las lesiones. Aquellos fueron sus últimos minutos en Primera División.

Últimos servicios en Segunda y retirada honesta

Tras rescindir en el verano de 2018 con el Espanyol, Sergio Sánchez ficha por el Cádiz de Segunda División, con el que hace una muy buena primera temporada. Sin embargo, la 19/20 la pasa en el ostracismo, y solo juega 2 partidos: 1 con el Cádiz y otro con el Albacete, su último club.

Y es que el futbolista de Mataró decidió retirarse este otoño pasado. Lo hizo de manera honesta, explicando que no tenía ilusión por seguir jugando a pesar de tener varias ofertas. Solo habría valorado incorporarse al Málaga, algo que no sucedió, y esa ilusión, que perdió en sus últimos 3 años de carrera por la filosofía de los equipos en los que estuvo, no reapareció. Ahora se prepara para ser entrenador.

Foto: lacontradeportiva.com

Estándar
'Yo jugué en Primera', Fútbol

Javi Varas, la dura vida de un portero

Jugar o no jugar. A eso se resume la carrera de un portero. Es uno de los puestos más difíciles de asumir psicológicamente por parte de un jugador que, o bien es un fijo en las alineaciones, o bien está condenado al banquillo o a buscarse otro club donde se va a encontrar ante el mismo planteamiento. Jugar o no jugar. Así se resumen la vida futbolística del protagonista esta semana: Javi Varas.

Sin embargo, en este blog solemos hablar de currantes. Y alguien que nació y se crió en el barrio sevillano de Pino Montano está destinado a trabajárselo para conseguir sus objetivos. En el equipo de esa barriada empezó Javi Varas a parar goles. De ahí fue pasando por varios equipos hasta que ojeadores del Sevilla lo ven en el San José, en Regional Preferente. Les gusta, lo fichan y lo ceden al Alcalá de 2ªB. Es la temporada 2004-2005. Este portero ya tiene 22 años, se ha curtido en el barro del fútbol aficionado andaluz, y le va a llegar su gran oportunidad.

8 años en el Sevilla

El siguiente año Javi Varas volvería a la entidad hispalense y no se iría definitivamente hasta 2014, casi una década después. Su buena temporada en el Alcalá propician su regreso para ser titular con el filial sevillista en la categoría de bronce y completar la terna de porteros en el primer equipo, junto a Palop y a Notario.

A partir de entonces, Javi Varas viviría una situación parecida durante varios años: titular absoluto en el filial y presencia testimonial en el Sevilla. Por delante tenía a toda una leyenda del fútbol español y del sevillismo como Andrés Palop, pero también a otros currantes bajo palos como el propio Notario, Cobeño o De Sanctis.

Tras 3 temporadas así, Javi Varas se convierte en el segundo portero en la 08-09 y debuta por fin con el primer equipo en partido oficial un 29 de octubre de 2008. Lo hace en un escenario hostil y en una competición delicada: Ponferrada en Copa del Rey. El guardameta recibe un gol al final en una eliminatoria que se arreglaría en la vuelta.

Unas semanas después juega también su primer partido en Primera División ante el Numancia por la lesión de Palop (1-0 para el Sevilla). Aquella temporada la finaliza habiendo completado 5 partidos oficiales: 2 de Copa y 3 de Liga, en los que recibió 5 goles.

Poco a poco, el futbolista sevillano va ganando importancia en el vestuario y confianza en los entrenadores. La siguiente temporada Javi Varas disputa entre Liga, Champions League y Copa del Rey 11 partidos. Una competición, esta última, que el equipo acaba ganando tras vencer en la final al Atlético por 0-2. Nuestro protagonista vio el partido desde el banquillo:

Sería a partir de la 10/11 cuando Javi Varas le gana por fin la partida por la titularidad a Palop. El guardameta andaluz es de la partida en 21 encuentros de Liga. Además, juega otros 2 partidos en Europa League y 5 de Copa. 28 choques en total, los mismos que el año siguiente, donde vuelve a doblegar a su rival en el puesto y a hacer grandes actuaciones como esta en el Camp Nou:

Cesión a Vigo

En cualquier caso, su titularidad se vería truncada ya esa temporada. Míchel González fichó como entrenador por el Sevilla en febrero de 2012 y, automáticamente, Javi Varas pierde su puesto. Con ese técnico solo disputó 4 partidos y fue uno de sus descartes de cara al siguiente año, por lo que el portero tuvo que buscar hueco en otro equipo. Ahí apareció el Celta.

El equipo vigués andaba buscando portero que compitiera con Sergio Álvarez, y vaya si Javi lo hizo: fue titular en 35 partidos de Liga, y solo estuvo ausente por lesión. Aquella experiencia le valió de mucho. Fue su primera salida de casa y demostró que podía ser un guardameta sobrio, seguro y serio. Llegó como un cedido pero se fue como un celtista. Muchos aficionados celestes recuerdan sus lágrimas al lesionarse en el tramo decisivo de la temporada y su emoción en la despedida.

Después de su buen año en Galicia, el sevillano volvió al Ramón Sánchez Pizjuán. Palop ya no estaba enfrente para disputarle la portería, pero el club había fichado a un portugués llamado Beto. Y ese fue el problema. La 13/14 fue la última temporada de Javi Varas en el Sevilla, disputando solo 6 partidos de Liga, 2 de Copa y 9 en la Europa League, torneo que el club acabó ganando con él en el banquillo de nuevo en una final.

2014: empieza el periplo

Tras 9 años en su casa -con la excepción de Vigo-, Javi Varas afrontaba la pretemporada de 2014 sabiendo que Unai Emery no contaba con él. Finalmente, un 25 de agosto, a pocos días del cierre de mercado, el hispalense ficha por el Real Valladolid, en aquel momento en Segunda División.

Su buen año en Pucela le aúpa de nuevo a la máxima categoría. La Unión Deportiva Las Palmas lo contrata para la 15/16. Es precisamente el equipo contra el que se había enfrentado en las semifinales del playoff de ascenso del año anterior. Con el club canarión disfruta de nuevo de la titularidad en Primera, disputando 56 partidos en dos temporadas.

A los 34 años, Javi Varas acaba su contrato en Las Palmas y vuelve a Segunda División con el Granada, donde es titular, pero solo aguanta una temporada porque su alta ficha impide su renovación. Es septiembre de 2018 y hasta febrero del siguiente año el andaluz no encontraría acomodo: lo hizo en el Huesca de Primera, aunque su presencia fue testimonial porque no disputó ni un minuto.

Javi Varas anunció su retirada del fútbol en octubre del 19. Su trayectoria es el ejemplo vivo de lo difícil que puede ser la carrera de un portero. Se lo tuvo que labrar muy duro para jugar. Eso sí: cuando lo hizo, dejó huella. Al menos es lo que percibe por el cariño que le traslada la gente, los aficionados. Y eso, según él mismo dice, no lo paga ningún título.

Sus números: 151 partidos en Primera División.

Foto: Estadio Deportivo

Estándar
'Yo jugué en Primera', Fútbol

Weligton: de la granja a la Champions con el Málaga

El mejor Málaga Club de Fútbol no lo encontramos muchos años atrás. En la temporada 11/12, un club histórico en España pero modesto se reforzaba con jugadores de la talla de Van Nilstelrooy, Isco o Santi Cazorla (el fichaje más caro de la entidad, 20 millones de euros). Pero allí permanecía una base de futbolistas comandada por un central brasileño alto, fino, duro y rocoso: Weligton Robson. Todos bajo las órdenes del entrenador Manuel Pellegrini.

Aquel año, el Málaga quedó 4º, clasificándose para la previa de la Champions League. Fue el mejor puesto en Liga de su historia. Finalmente, en la 12/13, el equipo entraría en la fase de grupos de la máxima competición europea tras eliminar al Panathinaikos. El conjunto andaluz fue superando fases y se plantó en cuartos de final ante el Borussia Dortmund. Solamente un gol en fuera de juego en el descuento le sacó de las semifinales:

No jugó aquel encuentro nuestro protagonista de esta semana, Weligton, pero ya llevaba mucho sudado con la elástica malaguista, y aún le quedaba mucho por sudar.

De la granja a la Champions

La historia de cómo llegó este brasileño al Málaga se remonta a sus inicios humildes. Empezó a trabajar a los 14 años en la granja familiar que su familia regentaba en Fernandópolis, donde nació. Jugaba al fútbol como afición los fines de semana y cuando, en los ratos libres, se echaba unos tiros con su padre en el campo. Lo hacía de delantero, de portero, de lo que hiciera falta… De hecho, esa polivalencia vocacional le dio su primera oportunidad en el fútbol profesional: un ojeador llegó a ver entrenar al equipo de Weligton buscando un defensa central. Él, por entonces con 19 años, lo sabía, y se puso a hacer ejercicios como defensor aunque allí jugaba como guardameta.

A partir de ahí, y como zaguero, la carrera de Weligton creció. En su país jugó en el Paraná, pero el éxito le esperaba al otro lado del océano Atlántico. Primero rindió a buen nivel en el Penafiel portugués, después fue el mejor defensa de la liga suiza en el Grasshoppers y es allí cuando se fijan en él Fernando Sanz y Juan Ramón López Muñiz, presidente y entrenador del Málaga respectivamente. Es el verano de 2007.

Llega a Málaga en Segunda…

Para La Rosaleda, Weligton era una incógnita, pero Sanz y Muñiz tenían mucha fe en ese central rápido, contundente y con capacidad de liderazgo que habían visto en Zúrich. El Málaga andaba en Segunda División con el objetivo de volver a Primera, aunque tenía una plantilla humilde. En cualquier caso, un gran inicio de campaña, con 7 victorias en las 7 primeras jornadas, dio al equipo la energía necesaria para acabar subiendo. Weligton fue indispensable para el míster. Aquel fue el primero de los 10 años que el brasileño iba a vestir la blanquiazul.

…y lo lleva a Europa

La 08/09, con Antonio Tapia en el banquillo y la base del ascenso, el Málaga hace un muy buen año en Primera. Acaba 8º, y Weligton sigue siendo un fijo en el eje de la zaga junto a Hélder Rosario. Juega 34 partidos y anota su primer gol en la máxima categoría en la derrota en El Molinón frente al Sporting (2-1):

En la siguiente temporada, el club consigue la salvación por los pelos cosechando un empate ante el Real Madrid en la última jornada. Weligton sigue jugando habitualmente, aunque se queda esta vez en 21 partidos y 3 goles. Con la permanencia en el bolsillo, la historia del Málaga cambiaría ese verano para siempre.

Y es que Fernando Sanz, consciente de las limitaciones económicas de la entidad, busca inversores donde en los 2000 se han buscado siempre en el fútbol: en los países árabes. Allí conoce al jeque catarí Abdullah ben Nasser Al Thani, que se convierte en el presidente del Málaga en verano de 2010.

Así, para la 10/11 llegan ya futbolistas de renombre como Júlio Baptista, Maresca o el prometedor Camacho. Sin embargo, la cosa no empieza bien y el técnico elegido para dirigir la nave, Jesualdo Ferreira, es destituido con el equipo colista. En la jornada 11 se sienta en el banquillo un hombre que ya había hecho milagros en Villarreal y que estaba dispuesto a repetirlos en la Costa del Sol: Pellegrini. Con el chileno al frente el Málaga remonta y consigue holgadamente la salvación. Weligton, por su parte, sigue siendo un fijo para ambos entrenadores: jugó aquella temporada 31 partidos y marcó 1 gol.

Y llegamos al verano de 2011, cuando Al Thani tira literalmente la casa por la ventana. Llegan de una tacada Santi Cazorla, Joaquín, Isco, Mathijsen, Nacho Monreal, Toulalan o Van Nilstelrooy. A ello se une una buena planificación deportiva que mantiene a jugadores de años anteriores, así como la buena mano de Pellegrini en el banquillo. El resultado: el Málaga se clasifica para Liga de Campeones por primera vez en su historia. Welligton pierde protagonismo en el equipo, pero aún así disputa 19 encuentros de Liga y marca 1 gol.

La 12-13 está marcada por la ya mencionada participación en Champions que está a punto de dejar al Málaga entre las 4 mejores escuadras de Europa. En la competición doméstica, el club malacitano se anota otra buena temporada, quedando 6º y clasificándose para la Europa League en el campo, pero no en los despachos, ya que el Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS) lo sanciona sin jugar este torneo por sus deudas con Hacienda. En lo que a Weligton se refiere, vuelve a ser muy importante en Liga, disputando 33 partidos y aportando 2 tantos.

Del ‘Euro-Málaga’ al ‘Baby-Málaga’ siempre con Weligton

La sanción del TAS condiciona la presidencia de Al Thani desde entonces y en adelante en Málaga. Pellegrini sale del equipo al no poder dar continuidad al proyecto ambicioso, y llega Bernd Schuster en una temporada, la 13-14, que a la postre sirvió de transición entre el euro-Málaga del chileno y el siguiente planteamiento que se asentaría en La Rosaleda. Con el alemán, que nunca termina de enganchar a la afición, se hace una temporada irregular que acaba con el equipo 11º en la tabla. Weligton, además, juega poco ese año: solo 16 partidos.

El brasileño volvería a ser importante los dos años siguientes con Javi Gracia como técnico. Con el navarro, y por motivos económicos, se pasa del derrochador ‘euro-Málaga’ al ‘baby-Málaga’. De gastar millones de euros en fichajes a invertir en jóvenes prometedores que puedan venderse bien en el futuro. De este proyecto salen Darder, Juanmi, Samu Castillejo o Samu García. Y ahí se mantiene el capitán Weligton, que juega 62 partidos en las dos temporadas de Gracia en el banquillo.

Retirada como un héroe

El ‘Mariscal’, como le llaman en la ciudad andaluza, se retiró del fútbol la temporada 16-17 con 37 años. Solo jugó un encuentro, en la jornada 3, ante el Villarreal. Pero una grave lesión de rodilla lo alejó de los campos de fútbol y, en un acto generoso y honesto, cedió su ficha en enero para que el club incorporara a un jugador. El Málaga no enderezó su rumbo y acabó bajando a Segunda División con 5 jornadas de antelación, y Weligton anunció que se retiraba en mayo de 2017.

Sus 10 años en la Costa del Sol se resumen en números, sí (255 partidos en Primera y 9 goles, además de los de Segunda, Liga de Campeones y Copa del Rey). Pero Weligton es más que eso para el malaguismo. Es enseña y capitán de la mejor plantilla de la historia del club. Vivió de todo: un ascenso a Primera, permanencias agónicas, cuartos de final de Champions y el regreso a Segunda. Y en todos esos escenarios se partió la cara por la camiseta. Quién se lo iba a decir a aquel ayudante de granjero que lo mismo jugaba de delantero que de portero.

Su ‘idilio’ con Messi

Una de las polémicas que siempre ha perseguido a Weligton y le dio cierta mala fama en España es que era un central marrullero y de juego sucio. Con la pelota en movimiento, el brasileño se empleaba con dureza. Y a veces, sin el balón de por medio, jugaba a ese otro fútbol que no siempre es defendible. Una de sus víctimas favoritas era Messi (a quien define, por otro lado, como el mejor del mundo). Aquí dos detalles de su ‘romance’ con el argentino. Pisotón en 2009 y, la más célebre, cuando le cogió la cara en 2014:

Estándar
Uncategorized

Perder

«Siempre he sido más de perdedores y perdidos» dice La Maravillosa Orquesta del Alcohol en uno de sus himnos, Hay un fuego. Yo también, y para todo.

Perder es un arte. Y en este 2020 en el que todos hemos perdido algo, se nota quién sabe perder y quién no. Ya sabemos, por ejemplo, que de esta no saldremos mejores, sino retratados. Para muchos es un castigo que se llevan cada noche a la cama, pero para otros, a pesar de haber perdido una barbaridad, es un alivio no tener nada por lo que reprocharse.

Tras la derrota siempre hay algo que contar. Pero sobre todo, lo más importante es que después de cada pérdida la vida te está ofreciendo una oportunidad. Un periodista deportivo, Axel Torres, lleva esta filosofía al fútbol: «Perder es lo normal, a partir de ahí se construye todo». Lo dice él, aficionado a un equipo sufridor y perdedor como el Sabadell.

Ojalá todas las derrotas que cosechemos en 2021 sean de nuestro equipo de fútbol.

Estándar
'Yo jugué en Primera', Fútbol

Maduro: un secundario con susto en el corazón

En la prolífica cantera del Ajax de Ámsterdam había un futbolista, allá por 2004, que destacaba por encima de todos. Aquello era singular, porque de los Países Bajos suelen trascender jugadores ofensivos y creativos, pero en esa ocasión quien sobresalía era un centrocampista defensivo. Y es que el mejor jugador emergente de ese año en el histórico equipo neerlandés fue Hedwiges Maduro.

Tenía por entonces 19 años y un día recibió la llamada de una leyenda del fútbol mundial. Era Ronald Koeman, entrenador por entonces del primer equipo del Ajax, quien le quería probar en la Eredivisie. Debuta en febrero de 2005 contra el Roda y enseguida su carrera acelera: varios partidos en liga, en Europa League y primera convocatoria con la selección holandesa. Con apenas 20 años, Maduro ya gana títulos (dos supercopas y una copa domésticas) y va al Mundial de Alemania de 2006.

Su estancia en el Amsterdam Arena se prolongaría hasta 2008, cuando este medio defensivo robusto y poderoso en el juego aéreo acababa contrato. Maduro sabía que tenía a varios equipos de Europa siguiéndole y se negó a renovar con el Ajax, así que el club se la devolvió apartándole del primer equipo. Y entonces llega de nuevo él, su mentor: Ronald Koeman

Maduro llega al Valencia en un annus horribilis

En menudo año llega este neerlandés al club che. Koeman entrena a un vestuario roto después de apartar a tres ídolos del Valencia: Cañizares, Angulo y Albelda. El equipo lleva exactamente 7 partidos sin ganar en Liga el día en que se anuncia el fichaje de Maduro, el 18 de enero de 2008. Y acabarían siendo 9.

El Valencia coquetea y mucho toda la temporada con los puestos de descenso. Gana una Copa del Rey, sí, pero ni siquiera ese título le quita el título de «catastrófica» a la 07-08. Pasaron por el banquillo cuatro entrenadores: Quique Sánchez Flores, Óscar Fernández, Koeman (con quien ganan la competición del KO pero al que destituyen a falta de 4 jornadas) y el sempiterno Voro. Maduro juega 11 partidos en media temporada, y lo hace especialmente con su compatriota.

Al año siguiente llega al equipo Unai Emery, y las aguas empiezan a volver a su cauce en el siempre turbulento río valencianista. Hedwiges empieza sin contar para el vasco (de hecho, no debuta en Liga hasta la jornada 12), pero poco a poco va ganando protagonismo. Quienes seguían de cerca los entrenamientos del Valencia aquel año dicen que convenció al de Hondarribia con su trabajo diario. Al final, 22 partidos en competición regular, 6 en Europa League y 1 gol, el que le marcó al Barcelona en Mestalla en la jornada 33:

Sin embargo, Maduro no termina de tirar la puerta abajo en el club. En las siguientes 3 temporadas suma en total 43 partidos en Liga y 1 gol. Su competencia en el vestuario le ganaba siempre la partida tanto en el puesto de central como en la medular. Eso y una lesión de tobillo que le tiene en blanco en la 11/12 hacen que rechace una oferta de renovación y haga las maletas hacia el sur de España… con un susto de salud de por medio.

Malformación congénita en el corazón

Ese es el diagnóstico que recibió Maduro cuando detectaron que algo no iba bien. Una anomalía cardíaca congénita que hizo tambalearse su carrera deportiva en el verano de 2012, justo cuando fichó por el Sevilla. Finalmente, todo quedó en un susto, y pudo seguir jugando al fútbol, aunque debía vigilar muy de cerca su estado físico.

En cuanto a lo deportivo, Maduro cambió de equipo pero siguió en la misma dinámica. Más que nunca en su primera temporada en el club hispalense fue el jugador número 12. Fue titular con Míchel en la primera vuelta, pero tras su destitución (después de una derrota en Mestalla, casualidades de la vida), volvió a perder protagonismo de la mano de un viejo conocido: Unai Emery. Bajo las órdenes del guipuzcoano de nuevo, Maduro volvió a ver relegado su papel, aunque continuó teniendo minutos entrando como suplente. Al final, jugó 26 partidos en Primera y 4 de Copa del Rey.

Fueron los últimos partidos de Maduro en la liga española, porque la 13/14 la pasó en blanco hasta el mercado de invierno. De hecho, el fichaje a última hora de Iborra le dejó sin ficha. En enero ficha por el PAOK de Salónica griego, después juega con el Groningen de su país y acaba sus días como profesional en el Omonia chipriota.

Sus números totales en nuestra Liga: 102 partidos y 2 goles en 6 temporadas y media. Y aunque pueda parecer lo contrario, este holandés guarda muy buen recuerdo de Emery, a quien llama «maestro».

Estándar
'Yo jugué en Primera', Fútbol

Javi Venta, un lateral ‘caro’

La anécdota la recuerda siempre el vicepresidente del Villarreal, José Manuel Llaneza: «Javi Venta nos costó mucho dinero». Y el exlateral asturiano se ríe, consciente de la sorna con la que lo dice uno de sus antiguos jefes. Porque este defensor llegó en 1999 a coste 0 a la entidad amarilla, pero en su trayectoria allí fue devaluando a casi cada uno de sus competidores en el lateral derecho -estos sí, fichados por millones de euros-.

Del Requexón a ese pueblo de Castellón…

…pasando por el barro de la 3ª División y la Segunda B. Ese, el fango, es el denominador común de los primeros años de carrera de Javi Venta. Se crió en la cantera del Real Oviedo, que decidió no seguir contando con él en el filial cuando se lesionó de gravedad. Si confió en el de Pola de Siero un entrenador al que debe mucho, según sus propias palabras: Vicente González-Villamil. A sus órdenes estuvo en el Marino de Luanco y la Gimnástica Torrelavega en la categoría de bronce.

Tras 3 temporadas haciéndose futbolista en los campos del norte, llamó a su puerta ese equipo de un pueblo de Castellón que acababa de vivir el sueño de la Primera División por primera vez: el Villarreal. Javi tenía entonces 23 años, esa edad en la que en este deporte no dejas de ser un chaval pero ya tienes cierta experiencia, la cual puso al servicio del Onda, filial del primer equipo entonces. Aquel año, nuestro asturiano jugó en Tercera.

Lanzado hacia Primera

Y algo bueno debió de hacer Javi Venta en Onda porque saltó tres categorías en dos años. La temporada 00-01 la disputó cedido en el Racing de Ferrol, en Segunda División; y la siguiente en Tenerife, en su estreno en la máxima categoría de nuestro fútbol.

Con el equipo isleño debutó en Primera un 26 de agosto del 2000 en el Heliodoro Rodríguez López. Con derrota, eso sí, por 0-2 ante el Alavés, preámbulo de lo que iba a ser un año malo para el conjunto chicharrero, que acabaría descendiendo. Javi Venta jugó aquella temporada 29 partidos y marcó un gol en el Real Madrid 4-1 Tenerife. No he conseguido el momento de aquel gol, pero sí el instante en el que expulsan al Bichi Fuertes ya con 3-1 en el marcador:

Comienza su idilio con el Villarreal

Verano de 2002. Tras hasta 3 cesiones, Javi Venta llega otra pretemporada más a Villarreal. Pero en esta ocasión recibe una buena noticia: esta vez sí tiene hueco en el primer equipo, y en Primera. Aquella sería la primera de las 9 temporadas que el lateral derecho pasaría en El Madrigal, hoy La Cerámica.

En su puesto empezó compitiendo con todo un campeón del mundo: Belletti. Y el brasileño fue el único que impidió a Javi Venta ser titular indiscutible en Villarreal. Aún así, aquellas dos temporadas de convivencia con Juliano jugó 40 partidos. Nada mal.

A continuación el submarino amarillo ficharía por 2 millones de euros a Armando Sá. Pero nuestro defensa disputó 32 partidos como titular; el esquema se repetiría con el prometedor Kromkamp en la 05-06. El neerlandés acabó saliendo en invierno eclipsado por Venta, y a Villarreal llegó Josemi desde el Liverpool campeón y supercampeón de Europa. Nada. No había quien pudiera con el 17.

En paralelo a la historia de amor de Javi Venta con el Villarreal el equipo crecía en Liga… y en Europa. Tras varios años clasificándose para la Copa de la UEFA vía Intertoto, la 05-06 es la temporada del debut en Champions League. Lo que fue en principio un regalo para disfrutar se convirtió en una posibilidad real de llevarse el trofeo de no ser por aquel penalti marrado por Riquelme en semifinales contra el Arsenal. Un partido histórico del club en el que fue titular el lateral asturiano.

Tras aquel final amargo del sueño europeo, el Villarreal no despegó los pies del suelo y siguió haciendo las cosas bien con Manuel Pellegrini en el banquillo. Lo mismo que se puede decir de Javi Venta. Es cierto que Josemi tuvo más protagonismo en la 06-07, pero fue un espejismo, porque la titularidad solo se la quitaría Ángel en su último año en Villarreal, en la 2009-2010. Último año… hasta ese momento.

Fin de contrato y mudanza a Valencia

Tras 8 temporadas, Javi Venta no renovaría con el Villarreal en el verano de 2010. Con 34 años y una carrera en la élite más que contrastada, el Levante de Luis García se haría con sus servicios para seguir jugando en Primera. Lo hizo durante 2 temporadas, y lo hizo, cómo no, de titular: 59 partidos en 2 años.

Después, Javi regresaría a aquel Villarreal que bajó a Segunda División en la 12-13 en una muestra de compromiso con el equipo castellonense. Tras ayudar al ascenso, acabaría sus días como futbolista en el Brentford inglés.

En total, Javi Venta disputó 270 partidos en Primera y marcó 2 goles. 172 partidos y 1 gol son sus registros con el Villarreal en la máxima categoría de nuestro fútbol. Fue un zaguero que supo explotar su capacidad de trabajo, física y táctica para suplir sus carencias técnicas. Es un ídolo para los aficionados groguets y un ejemplo de la cara B de la filosofía de este club milagroso: contar con una base sólida de jugadores formados en su cantera que contraste con fichajes de más relumbrón. Una cantera de la que Javi Venta es una de sus primeras piedras.

Estándar
'Yo jugué en Primera', Fútbol

Iturraspe, el pulmón del mejor Athletic de la década

Solo una persona acertó la adivinanza que lancé este lunes por redes sociales respecto al protagonista de esta semana en ‘Yo jugué en Primera’. Buscaba a un jugador que jugó una final de Copa del Rey, que hizo un partidazo en Old Trafford, que estuvo en un 11 ideal de una temporada de LaLiga, que fue entrenado por Ernesto Valverde y que provocó la expulsión de Cristiano Ronaldo.

Me dijisteis Eneko Bóveda, Gurpegi, Gabi y hasta Crespo, aquel lateral del Córdoba que le marcó y exasperó en el Nuevo Arcángel. Pero el futbolista al que me refería es Ander Iturraspe, uno de los representantes del mejor Athletic Club de la década 2010-2020, al menos para mí: el de Marcelo Bielsa.

Con el argentino, este centrocampista de corte defensivo jugó a un gran nivel, dando mucho equilibrio y sosteniendo una medular por Ander Herrera y De Marcos. Fue aquel año cuando el Athletic –y aquí están 2 de las pistas– jugó dos finales: en la Copa del Rey y en la UEFA Europa League después de una exhibición de fútbol en Old Trafford ante el Manchester United en octavos de final.

El equipo bilbaíno llegaba a una final europea 35 años después después de sortear rivales de la talla del PSG, el Schalke 04 y el propio United. En aquel partido histórico, no obstante, caería ante el Atlético por 3-0, resultado idéntico cosechado en la final de Copa ante el Barcelona.

Los inicios de Iturraspe

En cualquier caso, la trayectoria de Iturraspe en el fútbol profesional comenzó unos años antes. Natural de Abadiño (Bizkaia), ingresó muy joven en Lezama y fue formándose en las categorías inferiores del club rojiblanco hasta llegar al primer equipo con Joaquín Caparrós. Ander no tiró la puerta abajo ni mucho menos. Tímido como dicen que es quien le conoce, fue ganando confianza y protagonismo poco a poco. De hecho, en las tres primeras temporadas solo jugó 36 partidos.

Fue en el verano de 2011 cuando llegó Bielsa al Botxo e Iturraspe empezó a carburar a toda máquina. El ‘Loco’ lo puso de titular desde el principio y el de Abadiño respondió. El rendimiento del equipo no fue bueno al instante. El estilo alegre y ofensivo del míster argentino tardó en calar en la plantilla, y el Athletic no ganó hasta la jornada 7 en Anoeta ante la Real Sociedad. Pero una vez los jugadores asimilaron conceptos y se congraciaron con el entrenador, llegaron buenos resultados. Aquel año, Iturraspe jugó 35 partidos y anotó su primer gol en Liga: fue ante el Rayo en San Mamés, y es una muestra de que el mediocampista era más que un jugador defensivo y táctico:

Este partido, por cierto, tiene una curiosidad. Es la jornada 2 de Liga, pero la primera en disputarse realmente por la huelga de la Asociación de Futbolistas Españoles.

El siguiente año, Iturraspe seguiría siendo fundamental para Bielsa en el once, disputando 30 partidos, 27 de ellos como titular. Sin embargo, las bajas de Javi Martínez y Fernando Llorente dejaron al equipo tocado: fue eliminado de la Copa del Rey y de la Europa League a las primeras de cambio, y acabó 12º en Liga después d coquetear muchas jornadas con el descenso. Fue, además, la última temporada del viejo San Mamés.

Llega Valverde… y llega la Selección

Al terminar la temporada 12-13 se acaba la etapa de Bielsa en Bilbao y llega (vuelve) un ilustre del Athletic: Ernesto Valverde. Con él, Iturraspe seguiría siendo muy importante en otra gran temporada del equipo: acaba 4º, se clasifican para la previa de Champions League y obtiene su récord de puntos en Liga (70). El de Abadiño disputó 33 partidos en la competición doméstica y fue incluido, junto a su compañero Laporte, en el once ideal de la temporada de la Liga de Fútbol Profesional.

Es, además, la temporada de otra de las pistas: la de la expulsión de Ronaldo en San Mamés después de un manotazo a Gurpegi y una trifulca con el propio Iturraspe (y todo el Athletic, la verdad)

Aquel gran año le valió a Iturraspe la llamada de Vicente del Bosque para jugar con España. Estuvo en la preselección para ir al Mundial de Brasil, pero finalmente quedó fuera. Debutó y jugó los 90 minutos en un amistoso contra Bolivia, y solo jugaría otro partido con la Roja ante Francia en septiembre de 2014.

2014-2015: Comienzan las lesiones

La segunda temporada de Valverde en el banquillo del Botxo es la del regreso a la Champions League y, por tanto, un año de mucha ilusión en Bilbao. El Athletic empezó cargándose al Nápoles en la fase previa con una muy buena eliminatoria de Iturraspe, pero se estancó en la fase de grupos y acabó cayendo a la Europa League. En las competiciones nacionales, el rendimiento fue notable, acabando en 7ª posición en Liga y llegando a otra final de Copa, de nuevo perdida contra el Barça por 1-3.

En cuanto al de Abadiño, en febrero de 2015 empieza su pesadilla con las lesiones musculares. Esta primera le saca de los terrenos de juego varias jornadas y, cuando vuelve, no termina de recuperar su sitio. Además, su ausencia coincide con una gran segunda vuelta del equipo en contraste con una desastrosa primera mitad.

A partir de entonces, la carrera de Iturraspe deja de brillar. En la 15-16 apenas juega 16 partidos, aunque gana su primer y único título: la Supercopa de España. El siguiente año recupera algo de protagonismo (24 partidos), pero habitualmente desde el banquillo.

Con José Ángel Ziganda como entrenador en la 17-18 Iturraspe regresa al once tras superar otra lesión muscular y disputa 30 partidos, pero la temporada es muy mala para el equipo, quedando en 16ª posición y ganando solo 10 encuentros.

La 18-19 es la última de Iturraspe en el Athletic y disputa solo 3 partidos con Eduardo Berizzo, primero, y Gaizka Garitano después en el banquillo, en otro año marcado por las lesiones.

Salida al Espanyol

Quien le conoce decía en Marca que su aventura en Barcelona iba a durar poco. Y así fue. Iturraspe fichó por el Espanyol en la pretemporada de 2019. Jugó poco en Liga -8 partidos-, y bastante en Europa League y en Copa hasta la eliminación del equipo. Acabó acumulando 18 encuentros en un año aciago para el conjunto perico que acabó consumando su descenso a Segunda División.

Después de eso, y a pesar de tener solo 31 años, Iturraspe ha decidido retirarse del fútbol. Dicen que fue tentado en verano por el Sabadell, por el Birmingham e incluso que le llegaron ofertas de Australia y China. Pero, una vez más, nos encontramos a un tipo coherente con su forma de ser: alguien casero, apocado, al que ya le costó dejar su pueblo y sus amigos para jugar en el Athletic, por lo que ha preferido volver a su tierra a ganar más dinero con el deporte. Lo hace con un gran bagaje: 240 partidos y 3 goles en Liga, y más de 300 choques con el Athletic, siendo el segundo jugador del club en alcanzar esa cifra en el siglo XXI tras Yeste.

Foto: as.com

Estándar