'Yo jugué en Primera', Fútbol

Sergio Sánchez: un capítulo de terror en una carrera contrastada

«Me pudo el miedo». Lo dijo hace poco un hombre que jugó 312 partidos como profesional, que ganó dos copas del Rey, y que hizo historia con el Málaga en Champions League. Muchas veces creemos que el futbolista está lejos del mundo real. No es así, y si lo es, la vida se encarga de devolver al planeta Tierra a quien vuela demasiado. No es el caso de Sergio Sánchez.

Este defensa de Mataró (Barcelona) recuerda vivir así, con miedo, lo que sucedió en un Sevilla-Real Madrid de 2011. Era la ida de las semifinales de Copa, y en los primeros minutos de choque Ronaldo le tira tres carreras largas. Su corazón, operado meses antes por una dolencia cardíaca, empieza a latir con fuerza. Mucha, demasiada fuerza. Sergio Sánchez decide en ese momento pedir el cambio por precaución. El susto y su cirugía cardíaca estaban aún muy cerca. Este es el momento de su sustitución, tras la cual marca Benzema para los visitantes:

Y es que la carrera de este catalán corrió serio peligro de acabar en 2010, cuando le detectan ese problema de salud. Estuvo prácticamente un año parado, y volvió a jugar en 2011.

Fue en su primer año en Sevilla. Estuvo dos temporadas, y de allí salió con más pena que gloria. Tras su regreso a los campos de fútbol, el entonces entrenador sevillista, Gregorio Manzano, contaba con él con asiduidad. Sin embargo, llegó el partido de vuelta de 1/16 de final de la Europa League, y con él la polémica y las publicaciones contradictorias.

El club necesitaba remontar el 1-2 cosechado en la ida ante el Oporto. Por un lado se dice que Sergio Sánchez no quiere jugar el partido porque se ha medicado sin informar a la entidad, a pesar de que el técnico lo quiere alinear. En este sentido, se cuenta que intervienen el presidente, José María del Nido y el director deportivo, Monchi, para convencerle. Por otro lado, el míster argumentó después del partido que en ningún caso el futbolista se negó a jugar. Sea com sea, el zaguero sale como lateral derecho, pero es sustituido en el minuto 55 y solo está presente en otros 5 partidos en los 3 meses que restaban de temporada.

De una u otra forma, aquello fue el inicio del fin de Sergio Sánchez como sevillista, ya que al final de temporada es vendido al Málaga a un precio menor del que le pagó al Espanyol por su fichaje. En total, solo disputó 24 encuentros como hispalense en 2 años aunque, eso sí, se llevó la Copa del Rey de 2010.

Sus inicios como espanyolista

Sergio Sánchez se formó en la cantera perica y dio el salto a Primera División en la temporada 04-05. Jugó de titular en la jornada 33, en un Espanyol 3-1 Real Zaragoza, con solo 19 años. En los 2 años siguientes, tanto Miguel Ángel Lotina como Ernesto Valverde tiran de él como cuatro central de la plantilla (en ocasiones, incluso como lateral derecho y centrocampista), pero en la 07-08 deciden cederlo al Castilla de Segunda División para que tenga más minutos, una operación que se repite en la siguiente temporada, cuando se va a préstamo al Racing, aunque en este caso en la máxima categoría. Con el conjunto cántabro disputa 19 partidos de Liga y 2 de Copa.

Por fin, Sergio regresa a Barcelona en la 08/09 con un bagaje suficiente como para ser ‘titularísimo‘. Disputa 33 partidos en la competición doméstica, 5 en el torneo del KO y anota su primer gol en Primera. Fue en la jornada 3, en un Espanyol 1-1 Getafe:


Fue un año difícil en Montjuïc: en la jornada 28, el equipo es colista a 8 puntos de la salvación. Y en esas 10 últimas jornadas, el Espanyol ganó 8 encuentros para acabar salvándose incluso con antelación. El buen año en la entidad blanquiazul de Sergio propicia que el Sevilla se fije en él como uno de los defensas más prometedores de España.

Echa raíces en el mejor Málaga

De su etapa en Sevilla ya hemos hablado. No fue la mejor de Sergio Sánchez, entre el susto de salud y sus líos con Manzano (del que, por cierto, habla bien una vez retirado). Quizá sus mejores años como deportista los vivió en Málaga a partir de 2011.

De alguna manera, el central barcelonés llega en el mejor momento y al mejor lugar posible con 25 años. El Málaga había recibido una inyección de dinero procedente de fortunas cataríes y se estaba formando un equipo ambicioso con Manuel Pellegrini al frente. Sergio tiene minutos como tercer central la primera temporada, con la competencia de dos monstruos como Demichelis y Mathijsen, y sigue en la misma línea en la 12-13, acumulando partidos especialmente en Copa y Champions League. Icónica para el malaguismo es la fotografía en la que se le ve protestando al árbitro Craig Thomson tras el gol del Borussia Dortmund que les dejaba fuera de semifinales.

Sergio Sánchez completó 4 temporadas en total con el Málaga. Jugó 97 partidos, marcó 2 goles… y emigró a Grecia.

2 años en el extranjero y vuelta a casa

Sus buenas temporadas en el Málaga revalorizaron a Sergio Sánchez, que fichó por el Panathinaikos ateniense en la 2015-2016. Sin embargo, no terminó de contar con minutos allí y una llamada de su último entrenador en Málaga, Javi Gracia, le convenció para hacer de nuevo las maletas y fichar por el Rubin Kazan ruso la siguiente temporada, donde completó 21 partidos.

Tras dos años fuera de nuestro país, y en el último día de mercado, el catalán volvía a sus orígenes y se incorporaba al Espanyol 17-18 que comandaba Quique Sánchez Flores. Una incorporación en forma de cesión que ilusionó bastante a la afición perica, pero que terminó siendo efímera e improductiva para el defensa, ya que solo jugó 2 partidos de Liga y 1 de Copa, en parte debido a las lesiones. Aquellos fueron sus últimos minutos en Primera División.

Últimos servicios en Segunda y retirada honesta

Tras rescindir en el verano de 2018 con el Espanyol, Sergio Sánchez ficha por el Cádiz de Segunda División, con el que hace una muy buena primera temporada. Sin embargo, la 19/20 la pasa en el ostracismo, y solo juega 2 partidos: 1 con el Cádiz y otro con el Albacete, su último club.

Y es que el futbolista de Mataró decidió retirarse este otoño pasado. Lo hizo de manera honesta, explicando que no tenía ilusión por seguir jugando a pesar de tener varias ofertas. Solo habría valorado incorporarse al Málaga, algo que no sucedió, y esa ilusión, que perdió en sus últimos 3 años de carrera por la filosofía de los equipos en los que estuvo, no reapareció. Ahora se prepara para ser entrenador.

Foto: lacontradeportiva.com

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