'Yo jugué en Primera', Fútbol

Mario Bermejo: 19 temporadas, 14 equipos

Si hay alguien que ejemplifique el perfil de futbolista que este blog pretende reivindicar, ese es Mario Bermejo. En 19 temporadas como profesional, este delantero cántabro vistió la camiseta de 14 equipos (13, si no contamos al filial del Athletic). Todo un currante que tuvo que cambiar de ciudad muchas veces para ganarse la vida.

Otro dato curioso de Mario Bermejo es que de los 19 años que jugó al fútbol, 6 de ellos fueron en Primera División, en etapas bien distintas. De hecho, el atacante debutó en la máxima categoría un 23 de septiembre de 1995 en el Racing de Santander. Jugó 4 minutos en El Sardinero frente al Sevilla en un partido que acabó 1-1. Tenía solo 17 años.

Bermejo no volvería a disputar otro partido en Primera hasta que Luis Fernández contara con él para un derbi vasco. Y es que el ariete había abandonado Santander en el 96 para incorporarse a las filas del Bilbao Athletic, y el entrenador de Tarifa (Cádiz) le hizo jugar 7 minutos de aquel Athletic 1-1 Real Sociedad en San Mamés.

Sin embargo, esa fue otra aparición anecdótica para Mario Bermejo, que abandonó Bilbao tras esa temporada para fichar por la Cultural Leonesa, de Segunda División B. A partir de ahí el fútbol le llevó de acá para allá: de León volvió a Bilbao para jugar de nuevo en el filial rojiblanco, después Eibar, Gimnástica Torrelavega y Hospitalet. El club catalán fue el último antes de volver a Primera División con el Recreativo de Huelva. Era la temporada 02-03, el decano del balompié español volvió a primera línea, aunque sería por poco tiempo. El club onubense descendió de nuevo a Segunda. Bermejo gozó por fin de continuidad en la élite, pero no anotó ningún gol.

El delantero santanderino jugó un año más en Huelva en la división de plata, y después fichó por el Racing de Ferrol, donde en su segunda temporada ganó el trofeo Pichichi de Segunda al marcar 25 goles. No le serviría su buen hacer en Galicia para volver a Primera, sino para continuar en esa categoría pasando por Albacete, Almería, Polideportivo Ejido y por fin, Xerez.

En la ciudad gaditana Mario Bermejo dejaría buena huella tras tres temporadas. Una de ellas, la 09-10, en Primera División por primera vez para el club jerezano. Aunque el paso del Xerez en Primera fue efímero, el delantero hizo 12 goles en 34 partidos, como estos

Curiosamente, la mejor etapa de Bermejo como futbolista o, al menos, en la que más temporadas jugó en Primera fue la última de su carrera. Tras abandonar Jerez de la Frontera, el cántabro fichó por el Celta. En Vigo ascendió a la máxima categoría en su primer año allí, y después, sus dos últimos años como profesional los disputó en Primera en Balaídos. En esas dos temporadas, Bermejo jugó 46 partidos y marcó 5 goles. El último fue este, importantísimo para la permanencia de los celestes.

 

 

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Claudio López: el Piojo que picó a Mestalla

Corren tiempos convulsos en el Valencia Club de Fútbol. La entidad che vive una temporada de malos resultados, sobre todo en Mestalla, que le dejan más cerca del descenso que de los puestos de acceso a competiciones europeas. Tampoco ha sido el año del club ni en Champions League, ni en Europa League ni en la Copa del Rey. En la grada valencianista echan de menos tiempos mejores en el que disfrutaban de referencias en el terreno de juego, como lo era Claudio Javier López.

El argentino fue una auténtica referencia ofensiva en el Valencia de finales de siglo XX y principios del XXI. Llegó a Paterna en el verano de 1996, tras una temporada en la que el conjunto blanquinegro había alcanzado un inesperado segundo puesto de la mano de Luis Aragonés. En ese mercado de fichajes se marcharon del club valenciano Mijatovic, Viola y Mazinho, base de aquel subcampeón de Liga.

Para paliar esas bajas, la entidad de Mestalla estructuró su plantilla a base de estrellas reconocidas en su última etapa y nuevos jóvenes valores. Entre las primeras, Romario o un joven Karpin; entre las segundas, el Piojo.

En su primer año, Claudio López lo tuvo difícil. Tras la destitución del Sabio de Hortaleza, no gozó de la total confianza de Jorge Valdano. En esa temporada, el ariete solo hizo 3 goles en 32 partidos.

La 97-98 empezó mal para el Valencia y para el Piojo. Valdano casi le deja sin ficha por exceso de extracomunitarios, y el club ocupó puestos muy bajos en la clasificación. El entrenador argentino fue cesado en la jornada 4 y al banquillo llegó Claudio Ranieri. Y la suerte del delantero valencianista cambió. El fútbol de contraataque del preparador italiano favorecía a Claudio López por su velocidad. El de Río Tercero anotó esa temporada 12 goles en otros 32 encuentros. Dos de ellos, en esta memorable victoria valencianista en el Camp Nou:

La explosión definitiva del Piojo se produjo en el siguiente año. Con Ranieri en el banquillo y una plantilla para la Historia del Valencia (Cañizares, Angloma, Djukic, Carboni, Mendieta, Farinós, Milla, Angulo o Illie, entre otros), el equipo ganó la Copa del Rey en una final memorable ante el Atlético. Además, Claudio López quedó segundo en la tabla de goleadores con 21 tantos en 32 partidos, solo por detrás de Raúl.

La temporada 99-00 supuso otro hito en la trayectoria del conjunto che y del Piojo López. El Valencia comenzó ganando en agosto la Supercopa de España frente al Barcelona y acabó alcanzó la final de la Champions League, en la que perdió por 3-0 frente al Real Madrid. Era la última final con el Valencia para el goleador argentino, que en ese año acumuló 11 goles en 34 choques disputados. En total, 182 partidos y 72 goles con el club de Mestalla.

 

Posteriormente, Claudio López fichó por la Lazio italiana. Después volvería a su continente para jugar en el América de México, el Racing de Avellaneda, el Kansas City Wizards y el Colorado Rapids.

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Ruano: la polivalencia de un Málaga histórico

No fue centenario en partidos en Primera División, pero Francisco Manuel Ruano es un jugador recordado con mucho cariño en Málaga. Allí fue pieza clave de aquel equipo histórico que ascendió en dos temporadas de Segunda B a la máxima categoría del fútbol español.

Pero antes de llegar a la Costa del Sol, Ruano ya era un jugador curtido en los terrenos de juego. Criado en el fútbol catalán, debutó como profesional en la división de bronce, en la Gramenet. En él se fijó el Atlético de Madrid para su filial, también en Segunda B. De hecho, su estreno en Primera fue con el equipo colchonero: corría la temporada 94-95 y Ruano disputó 14 minutos en un Atlético 1-1 Compostela.

Ruano Valladolid

Tras jugar 9 partidos con el conjunto rojiblanco, este barcelonés se incorporó en la 95-96 al Real Valladolid. No obstante, solo participa en un partido y en invierno sale cedido al Rayo Vallecano. Ruano encuentra más minutos, aunque no es un fijo para el entonces entrenador franjirrojo Marcos Alonso, quien cuenta con el interior derecho en 9 partidos en los que marca un gol.

Después de la experiencia en Vallecas, Ruano ‘desciende’ a Segunda División para enrolarse en las filas del Levante. Tras una buena temporada en Valencia, donde anota 8 tantos, el catalán vuelve a Primera para vestir la camiseta del histórico Mérida. En la ciudad extremeña es un habitual en los choques del club emeritense, jugando en 31 ocasiones y aportando 2 goles. Sin embargo, no evita el descenso a Segunda. Es verano de 1997 y, desde que comenzara como profesional cuatro años antes, este centrocampista acumula seis clubes en su trayectoria, demasiado cambio… hasta que el Málaga se cruza en su camino.

Ruano Málaga

Ruano llega a un Málaga recién ascendido a la categoría de plata. El club de La Rosaleda busca reencontrar su hueco en el fútbol profesional y el catalán iba a ayudar a ello. Es un jugador importante en el Málaga del asalto a Primera (31 partidos y 6 goles). De nuevo en la máxima categoría, Ruano tiene cada vez menos protagonismo y solo disputa 32 partidos en cuatro años. Su última temporada en Primera es la 02-03, en el conjunto blanquiazul, y solo tiene 27 años.

El interior diestro acabaría su etapa como jugador en el fútbol catalán, previo paso por el Córdoba, en Segunda División. Hoy entrena al Betis Deportivo en 2ª División B.

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Cáceres: la nobleza de un héroe

El 1 de noviembre de 2009 cambió la vida de Fernando Gabriel Cáceres. Un tiro a la altura de su ojo derecho por parte de unos asaltantes que pretendían robarle su coche le dejaba al borde de la muerte. Pasados unos años, el exdefensa argentino sería claro: «Si no me para una bala, no me para nadie».

Y la verdad es que anteriormente a este ataque, a Cáceres no lo paró nadie. Este bonairense llegó a Primera División en 1993 para fichar por el Real Zaragoza, procedente de River Plate. Tres temporadas, 91 partidos y 3 goles en el campeonato nacional, una Copa del Rey y, sobre todo, la Recopa de Europa de 1995, el momento de mayor gloria del club maño. Años después y tras sufrir el disparo de sus asaltantes, el ‘Negro’ era homenajeado en La Romareda.

Cáceres abandonó la capital aragonesa para incorporarse al Valencia. El central argentino, ya por entonces internacional con su país, llegaba al club che en el verano del 95 de la mano de Luis Aragonés. Con el equipo de Mestalla disputó en dos temporadas 51 partidos.

Posteriormente, Fernando Cáceres se mudaría a Vigo para enrolarse en el Celta. El defensa se asentaría en la ciudad gallega durante seis temporadas, siendo uno de los ídolos de Balaídos. No obstante, el zaguero jugó con la celeste 198 partidos y además anotó 3 goles. Solo en la última temporada Cáceres jugó menos de 33 partidos, precisamente la que supuso el descenso a Segunda del cuadro vigués.

El ‘Negro’ pasaría su última temporada en España en la 2003-2004 en Córdoba, en la categoría de plata de nuestro fútbol.

Anticipación, rápido al corte, fuertaleza. Son las características deportivas que demostraba Cáceres sobre el terreno de juego. Pero sobre todo, mucha entrega. Antes y después del incidente que le cambió la vida.

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