'Yo jugué en Primera', Fútbol

Iturraspe, el pulmón del mejor Athletic de la década

Solo una persona acertó la adivinanza que lancé este lunes por redes sociales respecto al protagonista de esta semana en ‘Yo jugué en Primera’. Buscaba a un jugador que jugó una final de Copa del Rey, que hizo un partidazo en Old Trafford, que estuvo en un 11 ideal de una temporada de LaLiga, que fue entrenado por Ernesto Valverde y que provocó la expulsión de Cristiano Ronaldo.

Me dijisteis Eneko Bóveda, Gurpegi, Gabi y hasta Crespo, aquel lateral del Córdoba que le marcó y exasperó en el Nuevo Arcángel. Pero el futbolista al que me refería es Ander Iturraspe, uno de los representantes del mejor Athletic Club de la década 2010-2020, al menos para mí: el de Marcelo Bielsa.

Con el argentino, este centrocampista de corte defensivo jugó a un gran nivel, dando mucho equilibrio y sosteniendo una medular por Ander Herrera y De Marcos. Fue aquel año cuando el Athletic –y aquí están 2 de las pistas– jugó dos finales: en la Copa del Rey y en la UEFA Europa League después de una exhibición de fútbol en Old Trafford ante el Manchester United en octavos de final.

El equipo bilbaíno llegaba a una final europea 35 años después después de sortear rivales de la talla del PSG, el Schalke 04 y el propio United. En aquel partido histórico, no obstante, caería ante el Atlético por 3-0, resultado idéntico cosechado en la final de Copa ante el Barcelona.

Los inicios de Iturraspe

En cualquier caso, la trayectoria de Iturraspe en el fútbol profesional comenzó unos años antes. Natural de Abadiño (Bizkaia), ingresó muy joven en Lezama y fue formándose en las categorías inferiores del club rojiblanco hasta llegar al primer equipo con Joaquín Caparrós. Ander no tiró la puerta abajo ni mucho menos. Tímido como dicen que es quien le conoce, fue ganando confianza y protagonismo poco a poco. De hecho, en las tres primeras temporadas solo jugó 36 partidos.

Fue en el verano de 2011 cuando llegó Bielsa al Botxo e Iturraspe empezó a carburar a toda máquina. El ‘Loco’ lo puso de titular desde el principio y el de Abadiño respondió. El rendimiento del equipo no fue bueno al instante. El estilo alegre y ofensivo del míster argentino tardó en calar en la plantilla, y el Athletic no ganó hasta la jornada 7 en Anoeta ante la Real Sociedad. Pero una vez los jugadores asimilaron conceptos y se congraciaron con el entrenador, llegaron buenos resultados. Aquel año, Iturraspe jugó 35 partidos y anotó su primer gol en Liga: fue ante el Rayo en San Mamés, y es una muestra de que el mediocampista era más que un jugador defensivo y táctico:

Este partido, por cierto, tiene una curiosidad. Es la jornada 2 de Liga, pero la primera en disputarse realmente por la huelga de la Asociación de Futbolistas Españoles.

El siguiente año, Iturraspe seguiría siendo fundamental para Bielsa en el once, disputando 30 partidos, 27 de ellos como titular. Sin embargo, las bajas de Javi Martínez y Fernando Llorente dejaron al equipo tocado: fue eliminado de la Copa del Rey y de la Europa League a las primeras de cambio, y acabó 12º en Liga después d coquetear muchas jornadas con el descenso. Fue, además, la última temporada del viejo San Mamés.

Llega Valverde… y llega la Selección

Al terminar la temporada 12-13 se acaba la etapa de Bielsa en Bilbao y llega (vuelve) un ilustre del Athletic: Ernesto Valverde. Con él, Iturraspe seguiría siendo muy importante en otra gran temporada del equipo: acaba 4º, se clasifican para la previa de Champions League y obtiene su récord de puntos en Liga (70). El de Abadiño disputó 33 partidos en la competición doméstica y fue incluido, junto a su compañero Laporte, en el once ideal de la temporada de la Liga de Fútbol Profesional.

Es, además, la temporada de otra de las pistas: la de la expulsión de Ronaldo en San Mamés después de un manotazo a Gurpegi y una trifulca con el propio Iturraspe (y todo el Athletic, la verdad)

Aquel gran año le valió a Iturraspe la llamada de Vicente del Bosque para jugar con España. Estuvo en la preselección para ir al Mundial de Brasil, pero finalmente quedó fuera. Debutó y jugó los 90 minutos en un amistoso contra Bolivia, y solo jugaría otro partido con la Roja ante Francia en septiembre de 2014.

2014-2015: Comienzan las lesiones

La segunda temporada de Valverde en el banquillo del Botxo es la del regreso a la Champions League y, por tanto, un año de mucha ilusión en Bilbao. El Athletic empezó cargándose al Nápoles en la fase previa con una muy buena eliminatoria de Iturraspe, pero se estancó en la fase de grupos y acabó cayendo a la Europa League. En las competiciones nacionales, el rendimiento fue notable, acabando en 7ª posición en Liga y llegando a otra final de Copa, de nuevo perdida contra el Barça por 1-3.

En cuanto al de Abadiño, en febrero de 2015 empieza su pesadilla con las lesiones musculares. Esta primera le saca de los terrenos de juego varias jornadas y, cuando vuelve, no termina de recuperar su sitio. Además, su ausencia coincide con una gran segunda vuelta del equipo en contraste con una desastrosa primera mitad.

A partir de entonces, la carrera de Iturraspe deja de brillar. En la 15-16 apenas juega 16 partidos, aunque gana su primer y único título: la Supercopa de España. El siguiente año recupera algo de protagonismo (24 partidos), pero habitualmente desde el banquillo.

Con José Ángel Ziganda como entrenador en la 17-18 Iturraspe regresa al once tras superar otra lesión muscular y disputa 30 partidos, pero la temporada es muy mala para el equipo, quedando en 16ª posición y ganando solo 10 encuentros.

La 18-19 es la última de Iturraspe en el Athletic y disputa solo 3 partidos con Eduardo Berizzo, primero, y Gaizka Garitano después en el banquillo, en otro año marcado por las lesiones.

Salida al Espanyol

Quien le conoce decía en Marca que su aventura en Barcelona iba a durar poco. Y así fue. Iturraspe fichó por el Espanyol en la pretemporada de 2019. Jugó poco en Liga -8 partidos-, y bastante en Europa League y en Copa hasta la eliminación del equipo. Acabó acumulando 18 encuentros en un año aciago para el conjunto perico que acabó consumando su descenso a Segunda División.

Después de eso, y a pesar de tener solo 31 años, Iturraspe ha decidido retirarse del fútbol. Dicen que fue tentado en verano por el Sabadell, por el Birmingham e incluso que le llegaron ofertas de Australia y China. Pero, una vez más, nos encontramos a un tipo coherente con su forma de ser: alguien casero, apocado, al que ya le costó dejar su pueblo y sus amigos para jugar en el Athletic, por lo que ha preferido volver a su tierra a ganar más dinero con el deporte. Lo hace con un gran bagaje: 240 partidos y 3 goles en Liga, y más de 300 choques con el Athletic, siendo el segundo jugador del club en alcanzar esa cifra en el siglo XXI tras Yeste.

Foto: as.com

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Aguilera: una leyenda atlética de récord

¿Cuántos defensas de los 90 y los 2000 recordáis que empezaran sus días como delanteros? A mí me salen Geli, varios extremos del Athletic que han acabado como laterales (Javi González o De Marcos) y nuestro protagonista de esta semana: Carlos Aguilera.

Aquel delantero menudo y rápido del Atlético Madrileño (el actual Atlético B) acabó triunfando en el fútbol español como lateral derecho. Es una leyenda del conjunto colchonero y las cifras lo refrendan: es el quinto jugador con más partidos oficiales con la camiseta rojiblanca (456) y el tercero en Liga (365 entre Primera y Segunda División).

El idilio con el Atleti empezó para Aguilera un 26 de marzo de 1988 en Gijón, cuando en el minuto 75 sustituyó a Marcos Alonso para debutar en la máxima categoría. El Sporting venció 2-0 aquel partido, pero el del barrio madrileño de San Cristóbal de los Ángeles gustó a su parroquia. Aquella temporada participaría en 6 partidos.

A partir de ahí, encadenó 5 temporadas seguidas en el primer equipo. De ser un jugador ofensivo (delantero o, principalmente, mediocentro de banda derecha), pasó a ser lateral derecho. Fue entrenado por Menotti, Javier Clemente o Luis Aragonés; y jugó junto a Abel Resino, Donato o Futre. Sin embargó, nunca fue titular indiscutible. Disputó 90 partidos y metió 7 goles en ese lustro, como este ante el Betis en 1989:

En esa etapa sumó 2 copas del Rey a su palmarés, pero el verano de 1993 hizo las maletas y se fue a Canarias.

Ficha por el Tenerife

La falta de oportunidades obliga a Aguilera a cambiar Madrid por Santa Cruz de Tenerife. El equipo chicharrero vivía buenos momentos en Primera División de la mano de Jorge Valdano, y el lateral madrileño es titular en su primera temporada en la isla: 34 partidos y 1 gol.

Aquel año el Tenerife debuta en Europa jugando la Copa de la UEFA, y Aguilera marcó en el partido más importante (hasta entonces) de la historia del club: la vuelta de octavos de final ante la Juventus. El Tenerife ganó 2-1, pero el 3-0 en contra de la ida acabó eliminándolo.

La siguiente temporada, la 94-95, Aguilera vuelve a ser relegado al banquillo bajo la dirección de Vicente Cantatore. Solo juega 15 partidos. Sin embargo, despliega su mejor fútbol con Jupp Heynckes en la 95-96 en un año fantástico en Tenerife: 39 partidos, 5 goles y, por segunda vez, el club consigue su mejor clasificación histórica en Primera (5º puesto), accediendo de nuevo a la Copa de la UEFA.

Fue también la temporada del doblete de su Atleti, equipo contra el que jugó en la jornada 41. Los de Antic necesitaban puntuar para depender de sí mismos en la última jornada y Aguilera casi lo estropea (ved el minuto 2:20…):

Aquellos buenos años en Canarias le valieron al madrileño para revalorizarse como futbolista. Pero en realidad fue una desgracia personal lo que acabó haciéndole retornar a Madrid: la muerte de su hermano.

Segunda etapa en el Atleti: de jugar Liga de Campeones a Segunda

Aguilera volvió al Atlético la temporada 96/97. El club acababa de completar su año más exitoso con el famoso doblete, y Radomir Antic tenía una plantilla ambiciosa: Kiko, Simeone, Pantic, Esnáider… El lateral volvía para ser importante y lo fue: jugó 31 partidos en Liga.

Sin embargo, el Atleti no cumplió con las expectativas y acabó 5º en la competición doméstica. Peor fue el siguiente año. La 98/99 empezó con ilusión a orillas del Manzanares con la llegada de Arrigo Sacchi al banquillo rojiblanco, pero el Atleti acabó recurriendo a Antic de nuevo ante el peligro de descenso. El equipo acabó 13º, con Aguilera jugando 27 partidos y anotando 1 gol.

Su experiencia, sus galones y ser el tipo de carrilero que a Clemente le gustaba le valió para estar con España en el Mundial de Francia de 1998. En total, con la Selección jugó 7 partidos. Uno de ellos, aquel 6-1 a Bulgaria que no nos sirvió para clasificarnos a octavos de final del campeonato del mundo:

Descenso a Segunda

Aquella tendencia al desastre del Atleti se consumó la temporada 98/99. Ya hemos hablado del descenso a los infiernos del club en la entrada de Hasselbaink, y no hay mucho más que añadir. El año fue horroroso en todos los sentidos, aunque Aguilera siguió siendo titular (29 partidos y 1 gol) y estrenando brazalete de capitán.

Esa capitanía convirtió a Aguilera en un jugador fundamental en la travesía por el desierto de Segunda del Atlético de Madrid. Fue titular indiscutible en esas dos temporadas y aportó mucho en ataque: 78 partidos y 14 goles. Uno de ellos, este al su ex equipo (el Tenerife) en 2002. En este resumen hay jugadas que resumen muy bien su faceta ofensiva: jugador pegado a la cal, rápido y que saca buenos centros.

Al 15 del Atleti aún le dio tiempo para disfrutar de 3 temporadas en la élite en las que jugó 77 partidos, anotó 2 goles y cedió el brazalete a otra leyenda del equipo y del fútbol patrio: Fernando Torres.

PD: Con Torres, aparte de la capitanía, tiene otra particularidad en común: sufrir un paro cardíaco con la camiseta del Atlético. Al ‘Niño’ le ocurrió en Riazor en 2017 y a Aguilera en Huelva en 2003. Dos leyendas colchoneras que se dejaron la vida por el escudo. Casi literalmente.

Foto: foro indiosrojiblancos

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